En cierta ocasión iba un ejecutivo paseando por una bonita playa vestido con sus bermudas (de marca), sus gafas de sol (también con marca muy visible), su polo (con mucha marca), su gorra (con marca destacada) su reloj (de marca y carísimo), su calzado deportivo (donde todo era marca) su móvil colgado de la cintura (el móvil con marca y la bolsa en la que colgaba también) y su gomina en el pelo (sin marca, pero tan abundante que uno podía adivinarla). Eran las dos del mediodía cuando se encontró con un pescador que felizmente recogía sus redes llenas de pescado y amarraba su pequeña barca. El ejecutivo se le acercó...
- ¡Ejem! Perdone, pero le he visto llegar con el barco y descargar el pescado...
¿No es muy temprano para volver de faenar?
El pescador le miró de reojo y, sonriendo mientras recogía sus redes, le dijo:
-¿Temprano? ¿Por qué lo dices? De hecho yo ya he terminado mi jornada de trabajo y he pescado lo que necesito.
- ¿Ya ha terminado hoy de trabajar? ¿A las dos de la tarde? ¿Cómo es eso posible? - dijo incrédulo, el ejecutivo.
El pescador, sorprendido por la pregunta, le respondió:
- Mire, yo me levanto por la mañana a eso de las nueve, desayuno con mi mujer y mis hijos, luego les acompaño al colegio, y a eso de las diez me subo a mi barca, salgo a pescar, faeno durante cuatro horas y a las dos estoy de vuelta. Con lo que obtengo en esas cuatro horas tengo suficiente para que vivamos mi familia y yo, sin holguras, pero felizmente. Luego voy a casa, cenamos y nos metemos en la cama, felices.
El ejecutivo intervino llevado por una irrefrenable necesidad de hacer de consultor del pescador:
- Verá, si me lo permite, le diré que está usted cometiendo un grave error en la gestión de su negocio y que el "coste de oportunidad" que está pagando es sin duda, excesivamente alto; está usted renunciando a un pay-back impresionante. ¿Su Bait podría ser mucho mayor! y su "umbral de máxima competencia" seguro que está muy lejos de ser alcanzado.
El pescador se lo miraba con cara de circunstancias, mostrando una sonrisa socarrona y sin entender exactamente adonde quería llegar aquel hombre de treinta y pico años ni por qué de repente utilizaba palabras que no había oído en su vida. Y el ejecutivo siguió:
- Podría sacar muchísimo más rendimiento de su barco si trabajara más horas, por ejemplo, de ocho de la mañana a diez de la noche.
El pescador entonces se encogió de hombres y le dijo:
- Y eso, ¿para qué?
-¡¿Cómo que para qué?! ¿Obtendría por lo menos el triple de pescado! ¡¿O es que no ha oído hablar de las economías de escala, del rendimiento marginal creciente, de las curvas de productividad ascendentes?! En fin, quiero decir que con los ingresos obtenidos por tal cantidad de pescado, pronto, en menos de un año, podría comprar otro barco mucho más grande y contratar un patrón...
El pescador volvió a intervenir:
- ¿Otro barco? ¿Y para qué quiero otro barco y además un patrón?
-¿Que para qué lo quiere? ¡¿No lo ve?! ¿No se da cuenta de que con la suma de los dos barcos y doce horas de pesca por barco podría comprar otros dos barcos más en un plazo de tiempo relativamente corto? ¡Quizá dentro de dos años ya tendría cuatro barcos, mucho más pescado cada día y mucho más dinero obtenido en las ventas de su pesca diaria!
Y el pescador volvió a preguntar:
- Pero todo eso, ¿para qué?
-¡Hombre! ¡¿Pero está ciego o qué?! Porque entonces, en el plazo de unos veinte años y reinvirtiendo todo lo obtenido, tendría una flota de unos ochenta barcos, repito, ¡ochenta barcos! ¿Qué además serían diez veces más grandes que barcucha que tiene actualmente!
Y de nuevo, riendo a carcajadas, el pescador volvió:
- ¿Y para qué quiero yo todo eso?
Y el ejecutivo, desconcertado por la pregunta y gesticulando exageradamente, le dijo:
- ¿Cómo se nota que usted no tiene visión empresarial ni estratégica ni nada de nada! ¿No se da cuenta de que con todos esos barcos tendría suficiente patrimonio y tranquilidad económica como para levanterse tranquilamente por la mañana a eso de las nueve, desayunar con su mujer e hijos, llevarlos al colegio, salir a pescar por placer a eso de las diez y sólo durante cuatro horas, volver a comer a casa, hacer la siesta,...?
El pescador respondió:
¿Y eso no es todo lo que tengo ahora?
jueves, 28 de junio de 2012
LOS DIOSES LO SABEN
En el patio de un famoso templo chino, moraba un caballo sagrado. Una niña triste y harapienta contemplaba al caballo por entre los barrotes de la jaula.
¿No podrias tú sacarme de la miseria y hacerme feliz?- lesuplicó la niña-. Estoy sola en el mundo y duermo debajo de los arboles; no como otra cosa que hierbas y raices y apenas puedo soportar tanta soledad.
Viendo sus ojos llenos de lagrimas, el caballo se sintió conmovido.
No eres tan desdichada como te figuras-le contestó-.
Fijate en mi, encerrado siempre en este patio,soportando la adoracion de los hombres, que me creen sagrado. Ademas, me obligan a tomar alimentos que me repugnan.
-¡Pero si he visto que te dan pastelillos!- exclamó la niña, admirada.
-Ya veo que te agradaria estar en mi lugar, como a mi me gustaria estar en el tuyo, para poder ser feliz y libre , lejos de este templo.
-Si quieres, podemos hacer el cambio a media noche,pero ¿que diré cuando me pregunten por que estoy aquí?
-Di simplemente: " LOS DIOSES LO SABEN". Permanece despues en silencio y facilmente pensarán que el caballo sagrado se ha convertido en una diosa. Para ello no tienes si no que envolverte en la brillante capa de púrpura que a mi me cubre y ocultará tus andrajos.
Aquella noche se efecctuó el cambio. La niña se envolvió en la capa y se evchó a dormir. Pero despertó poco despues, al oir voces de hombres. Se trataba de dos individuos cargados de pesados fardos, que iban en busca del caballo sagrado para que los transportase.Aquellos fardos contenian grandes tesoros, que acababan de robarle al mandarin.Al ver a una niña ricamente vestida en lugar del caballo, al mismo tiempo que decia sonrriendo,"los dioses lo saben", los ladrones, aterrados, huyeron abandonando en el patio las riquezas.
La niña pudo ver que los fardos contenian marfil, oro, sedas, esmaltes....Extendio luego todo por el suelo y se quedó dormida.
Al dia siguiente , una gran comitiva llegó al templo, con el mandarin a la cabeza. ¡Cual no seria el asombro de todos al descubrir que el tesoro robado se hallaba alli y que una niñita ocupaba el lugar del caballo!.
Quisieron saber lo ocurrido y por toda respuesta, ella dijo:-los dioses lo saben.
Verdaderamente, los dioses lo saben todo- se admiró el mandarin- y esto es un milagro.Nuestro caballo sagrado se ha convertido en diosa.
El pueblo, arrodillado,le rindió acatamiento. Despues la colmaron de presentes y le construyeron un magnifico templo rodeado de jardines.
Así pasaron diez años y la niña se hizo mujer. A pesar de las atenciones que recibia, le pesaba la soledad.
Un anochecer, cuando paseaba por el jardin,se le acercó un criado y le dijo:
-Excelsa diosa, acaba de ocurrir una cosa muy extraña: un caballo blanco no cesa de golpear la puerta, intentando entrar.
-Dejalé pasar- ordenó la muchacha.
Al cabo de un momento apareció el criado con un caballo blanco , viejo y cansado. La joven despidió al criado y volviendosé al caballo le dijo alegremente: -Por fin has vuelto, querido caballo; disfruta ahora de mi palacio y en adelante yo te cuidaré y atenderé, pues veo que estas viejo y fatigado.El caballo le contó que habia sufrido mucho por el mundo.
Mientras estuvo en el templo los hombres le admiraban, pero lejos de alli lo habian dominado y maltratado.
-He tenido libertad, si pero esta no sirve de nada si al mismo tiempo no se poseen la amistad y el amor. Tu eres la unica persona a quien he querido y suplico un lugar a tu lado para esperar la muerte.
La joven, abrazada a su caballo, le confesó que tampoco ella habia sido feliz, porque sin amistad y amor se encontraba muy sola. Mientras decia esto, abundantes lágrimas bañaban sus mejillas. Y sucedió que al levantar la cabeza, vió que el caballo habia desaparecido y que sus brazos rodeaban el cuello de un principe muy bello.
-Querida mia - murmuró el- , de nada sirve la libertad si no se tiene la amistad y el amor.
-Los dioses lo saben- dijo ella.
-Si, los dioses lo saben- contestó él con voz emocionada.
En el patio de un famoso templo chino, moraba un caballo sagrado. Una niña triste y harapienta contemplaba al caballo por entre los barrotes de la jaula.
¿No podrias tú sacarme de la miseria y hacerme feliz?- lesuplicó la niña-. Estoy sola en el mundo y duermo debajo de los arboles; no como otra cosa que hierbas y raices y apenas puedo soportar tanta soledad.
Viendo sus ojos llenos de lagrimas, el caballo se sintió conmovido.
No eres tan desdichada como te figuras-le contestó-.
Fijate en mi, encerrado siempre en este patio,soportando la adoracion de los hombres, que me creen sagrado. Ademas, me obligan a tomar alimentos que me repugnan.
-¡Pero si he visto que te dan pastelillos!- exclamó la niña, admirada.
-Ya veo que te agradaria estar en mi lugar, como a mi me gustaria estar en el tuyo, para poder ser feliz y libre , lejos de este templo.
-Si quieres, podemos hacer el cambio a media noche,pero ¿que diré cuando me pregunten por que estoy aquí?
-Di simplemente: " LOS DIOSES LO SABEN". Permanece despues en silencio y facilmente pensarán que el caballo sagrado se ha convertido en una diosa. Para ello no tienes si no que envolverte en la brillante capa de púrpura que a mi me cubre y ocultará tus andrajos.
Aquella noche se efecctuó el cambio. La niña se envolvió en la capa y se evchó a dormir. Pero despertó poco despues, al oir voces de hombres. Se trataba de dos individuos cargados de pesados fardos, que iban en busca del caballo sagrado para que los transportase.Aquellos fardos contenian grandes tesoros, que acababan de robarle al mandarin.Al ver a una niña ricamente vestida en lugar del caballo, al mismo tiempo que decia sonrriendo,"los dioses lo saben", los ladrones, aterrados, huyeron abandonando en el patio las riquezas.
La niña pudo ver que los fardos contenian marfil, oro, sedas, esmaltes....Extendio luego todo por el suelo y se quedó dormida.
Al dia siguiente , una gran comitiva llegó al templo, con el mandarin a la cabeza. ¡Cual no seria el asombro de todos al descubrir que el tesoro robado se hallaba alli y que una niñita ocupaba el lugar del caballo!.
Quisieron saber lo ocurrido y por toda respuesta, ella dijo:-los dioses lo saben.
Verdaderamente, los dioses lo saben todo- se admiró el mandarin- y esto es un milagro.Nuestro caballo sagrado se ha convertido en diosa.
El pueblo, arrodillado,le rindió acatamiento. Despues la colmaron de presentes y le construyeron un magnifico templo rodeado de jardines.
Así pasaron diez años y la niña se hizo mujer. A pesar de las atenciones que recibia, le pesaba la soledad.
Un anochecer, cuando paseaba por el jardin,se le acercó un criado y le dijo:
-Excelsa diosa, acaba de ocurrir una cosa muy extraña: un caballo blanco no cesa de golpear la puerta, intentando entrar.
-Dejalé pasar- ordenó la muchacha.
Al cabo de un momento apareció el criado con un caballo blanco , viejo y cansado. La joven despidió al criado y volviendosé al caballo le dijo alegremente: -Por fin has vuelto, querido caballo; disfruta ahora de mi palacio y en adelante yo te cuidaré y atenderé, pues veo que estas viejo y fatigado.El caballo le contó que habia sufrido mucho por el mundo.
Mientras estuvo en el templo los hombres le admiraban, pero lejos de alli lo habian dominado y maltratado.
-He tenido libertad, si pero esta no sirve de nada si al mismo tiempo no se poseen la amistad y el amor. Tu eres la unica persona a quien he querido y suplico un lugar a tu lado para esperar la muerte.
La joven, abrazada a su caballo, le confesó que tampoco ella habia sido feliz, porque sin amistad y amor se encontraba muy sola. Mientras decia esto, abundantes lágrimas bañaban sus mejillas. Y sucedió que al levantar la cabeza, vió que el caballo habia desaparecido y que sus brazos rodeaban el cuello de un principe muy bello.
-Querida mia - murmuró el- , de nada sirve la libertad si no se tiene la amistad y el amor.
-Los dioses lo saben- dijo ella.
-Si, los dioses lo saben- contestó él con voz emocionada.
lunes, 18 de junio de 2012
EL MONO TITIRITERO
Yo soy el mono Titiritero
Soy el más listo del mundo entero.
Mis volteretas son un portento.
Y con el rabo cuento hasta ciento´´.
Esta cancioncilla se oía todos los días en la orilla de la playa de Monolandia,
junto con toda suerte de saltos, volteretas y cabriolas, aquella mañana fue acompañada
de grandes aplausos:
-¡Muy bien señor mono!
Era el tiburón Correo que no dejaba de admirar, siempre que la ocasión se lo permitía,
las acrobacias de nuestro simpático monito.
El feroz Escualo, pensó: cuanto gustaría en su país la actuación del intrépido macaco,
y dicho y hecho, sin más dilación, propuso a nuestro protagonista cruzar el río, éste en
un principio se resistía, entre otras cosas por el temor que le producía el agua, finalmente
y para no decepcionar a su nuevo amigo, saltó a lomos del tiburón, que le transportó a la otra orilla con
sumo cuidado , para que ni una sola gota de agua le salpicara.
Nada más llegar, empezaron a oírse alarmantes toques de caracola,
¿Que pasa? ´preguntó el tiburon a un tiburoncillo con gorra de plato que pasaba por allí, a lo que este contestó:
nuestro rey está gravísimo, y solo podrá salvarse si se come el higado de un mono.
El tiburón lanzó tal ojeada a su acompañante , que éste estuvo tentado de tirarse al agua, pero lo pensó mejor y le dijo:
-comprendo tu amor hacia el rey de los tiburones, y no tengo ningún inconveniente en brindarte mi hígado para que se lo ofrezcas-.
¡ya estaba yo pensando en conseguirlo como fuera necesario!, manifestó el tiburón-
-Lo malo es, que como soy tan distraído siempre me olvido de la mitad de las cosas, hoy me he dejado el hígado, el corazón y un sombrero, conque volvamos sin perdida de tiempo a la otra orilla.
El tiburón malhumorado, se lanzó de nuevo al agua y empezó a surcarla a la mayor brevedad posible, cuando llegaron, el mono saltó a tierra y entre volteretas y carcajadas no dejaba de repetir:
!Aquí está mi hígado!, ¡ven a buscarlo si quieres ja ja ja ....o,acaso creías que me lo iba dejar arrebatar, ja ja ja ...!
Yo soy el mono titiritero
Soy el mas listo del mundo entero.
Mis volteretas son un portento.
Y con el rabo cuento hasta ciento.
sumo cuidado , para que ni una sola gota de agua le salpicara.
Nada más llegar, empezaron a oírse alarmantes toques de caracola,
¿Que pasa? ´preguntó el tiburon a un tiburoncillo con gorra de plato que pasaba por allí, a lo que este contestó:
nuestro rey está gravísimo, y solo podrá salvarse si se come el higado de un mono.
El tiburón lanzó tal ojeada a su acompañante , que éste estuvo tentado de tirarse al agua, pero lo pensó mejor y le dijo:
-comprendo tu amor hacia el rey de los tiburones, y no tengo ningún inconveniente en brindarte mi hígado para que se lo ofrezcas-.
¡ya estaba yo pensando en conseguirlo como fuera necesario!, manifestó el tiburón-
-Lo malo es, que como soy tan distraído siempre me olvido de la mitad de las cosas, hoy me he dejado el hígado, el corazón y un sombrero, conque volvamos sin perdida de tiempo a la otra orilla.
El tiburón malhumorado, se lanzó de nuevo al agua y empezó a surcarla a la mayor brevedad posible, cuando llegaron, el mono saltó a tierra y entre volteretas y carcajadas no dejaba de repetir:
!Aquí está mi hígado!, ¡ven a buscarlo si quieres ja ja ja ....o,acaso creías que me lo iba dejar arrebatar, ja ja ja ...!
Yo soy el mono titiritero
Soy el mas listo del mundo entero.
Mis volteretas son un portento.
Y con el rabo cuento hasta ciento.
martes, 12 de junio de 2012
Sombrero rojo
Hubo una vez un hombre con un sombrero rojo. Lucía orgulloso siempre su sombrero. No hablaba, simplemente nunca se olvidaba de ponerse su sombrero rojo al salir de casa.
Saludaba cortésmente a la gente, en general, nunca se dirigía hacia ellos ni levantaba su sombrero para saludar. Simplemente les dedicaba un breve gesto con la mano y proseguía su camino. Iba siempre orgulloso y altivo con su sombrero rojo.
Un buen día se encontró con un paseante que llevaba un sombrero azul.- Hay que ver qué mal gusto tienen algunos,- pensó, y prosiguió su camino, sin apenas mirarle. El hombre del sombrero azul miró de reojo al del sombrero rojo y pensó a su vez - Ya me gustaría a mi poder llevar un sombrero tan rojo y bonito como ese.
El hombre del sombrero rojo prosiguió caminando. A los pocos minutos, se encontró con una mujer que lucía una pamela verde. ¡Qué Pamela tan horrorosa! - pensó el hombre del sombrero rojo. La mujer de la pamela verde pensó: - ya me gustaría a mi poder lucir un sombrero aunque lo llevaría de otro color.
Continuó paseando el hombre del rojo sombrero y lo siguiente que encontró fue un cartero con su gorra gris de trabajo, un policía, con su gorra azul marino de autoridad. un marinero con su recién estrenada gorrita blanca, un caballero vestido de negro con su bombín a juego, el paseo continuó al menos dos horas más y a cada persona que se encontraba con un sombrero de color distinto al suyo se decía:- ¡Qué sombrero más feo! mientras que los demás siempre pensaban igual:- ya me gustaría a mi poder llevar un sombrero como ese.
Regresando ya a su casa el hombre del sobrero rojo vio a una niña que llevaba puesto un gorro rojo de lana y se dijo: - vaya, por fin alguien con buen gusto, me voy a parar a saludar, esta niña se merece mi saludo. La niña al ver al hombre del sombrero rojo pensó para si:-vaya un hombre con un sombrero del mismo color que mi gorro de lana, pero...probrecillo, ¡qué tonto! lleva sombrero en vez de gorro de lana, con el frío que hace, ¡se le quedarán las orejas heladas, hay que ser bobo! y sin mirarle siquiera prosiguió su camino.
El hombre del sobrero rojo, quedó triste y desconcertado. ¿Por qué no me ha saludado? se decía mientras proseguía camino a su casa.
Al llegar a casa la mujer del hombre del sombrero rojo le dijo.
- Te veo triste ¿qué te pasa? ¿No ha ido bien el paseo?
- Sí, - dijo el hombre, lo que sucede es que he querido saludar a una niña y ni ha querido mirarme, no sé porque, ha pasado de largo como si no existiera.
- Y ¿llevaba un sombrero del mismo color que el tuyo? - dijo la mujer que sabía bien a qué tipo de gente saludaba su marido.
- Sí, sí, era rojo, bueno no era un sombrero, era un gorro de lana pero supongo que eso da lo mismo, ¡Era de color rojo!
- ¡No da lo mismo! dijo la mujer toda digna, un sombrero no es lo mismo que un gorro, ¿porqué te has parado a saludar a esa niña? ¡Te has puesto en evidencia! ¡Un gorro de lana! ¡Qué vergüenza! ¡No estaba a tu altura!
El hombre entonces quedó más desconcertado aún.
- No lo comprendo -Se dijo- Llevaba el mismo color que el mío...si no está a mi altura...¿Por qué soy yo el que se sintió inferior al no ser saludado?
Fin
Moraleja: En esta vida no todas las cosas son sombrero, pero sí todas las personas son persona
Saludaba cortésmente a la gente, en general, nunca se dirigía hacia ellos ni levantaba su sombrero para saludar. Simplemente les dedicaba un breve gesto con la mano y proseguía su camino. Iba siempre orgulloso y altivo con su sombrero rojo.
Un buen día se encontró con un paseante que llevaba un sombrero azul.- Hay que ver qué mal gusto tienen algunos,- pensó, y prosiguió su camino, sin apenas mirarle. El hombre del sombrero azul miró de reojo al del sombrero rojo y pensó a su vez - Ya me gustaría a mi poder llevar un sombrero tan rojo y bonito como ese.
El hombre del sombrero rojo prosiguió caminando. A los pocos minutos, se encontró con una mujer que lucía una pamela verde. ¡Qué Pamela tan horrorosa! - pensó el hombre del sombrero rojo. La mujer de la pamela verde pensó: - ya me gustaría a mi poder lucir un sombrero aunque lo llevaría de otro color.
Continuó paseando el hombre del rojo sombrero y lo siguiente que encontró fue un cartero con su gorra gris de trabajo, un policía, con su gorra azul marino de autoridad. un marinero con su recién estrenada gorrita blanca, un caballero vestido de negro con su bombín a juego, el paseo continuó al menos dos horas más y a cada persona que se encontraba con un sombrero de color distinto al suyo se decía:- ¡Qué sombrero más feo! mientras que los demás siempre pensaban igual:- ya me gustaría a mi poder llevar un sombrero como ese.
Regresando ya a su casa el hombre del sobrero rojo vio a una niña que llevaba puesto un gorro rojo de lana y se dijo: - vaya, por fin alguien con buen gusto, me voy a parar a saludar, esta niña se merece mi saludo. La niña al ver al hombre del sombrero rojo pensó para si:-vaya un hombre con un sombrero del mismo color que mi gorro de lana, pero...probrecillo, ¡qué tonto! lleva sombrero en vez de gorro de lana, con el frío que hace, ¡se le quedarán las orejas heladas, hay que ser bobo! y sin mirarle siquiera prosiguió su camino.
El hombre del sobrero rojo, quedó triste y desconcertado. ¿Por qué no me ha saludado? se decía mientras proseguía camino a su casa.
Al llegar a casa la mujer del hombre del sombrero rojo le dijo.
- Te veo triste ¿qué te pasa? ¿No ha ido bien el paseo?
- Sí, - dijo el hombre, lo que sucede es que he querido saludar a una niña y ni ha querido mirarme, no sé porque, ha pasado de largo como si no existiera.
- Y ¿llevaba un sombrero del mismo color que el tuyo? - dijo la mujer que sabía bien a qué tipo de gente saludaba su marido.
- Sí, sí, era rojo, bueno no era un sombrero, era un gorro de lana pero supongo que eso da lo mismo, ¡Era de color rojo!
- ¡No da lo mismo! dijo la mujer toda digna, un sombrero no es lo mismo que un gorro, ¿porqué te has parado a saludar a esa niña? ¡Te has puesto en evidencia! ¡Un gorro de lana! ¡Qué vergüenza! ¡No estaba a tu altura!
El hombre entonces quedó más desconcertado aún.
- No lo comprendo -Se dijo- Llevaba el mismo color que el mío...si no está a mi altura...¿Por qué soy yo el que se sintió inferior al no ser saludado?
Fin
Moraleja: En esta vida no todas las cosas son sombrero, pero sí todas las personas son persona
lunes, 4 de junio de 2012
Leyenda del amor entre el sol y la luna
Cuando el Sol y la Luna se encontraron por primera vez, se apasionaron perdidamente y a partir de ahí comenzaron a vivir un gran amor. Sucede que el mundo aun no existía y el día que Dios decidió crearlo, les dio entonces un toque final...¡El brillo!
Quedó decidido también que el Sol iluminaría el día y que la Luna iluminaría la noche, siendo así, estarían obligados a vivir separados.
Les invadió una gran tristeza y cuando se dieron cuenta de que nunca más se encontrarían, la luna fue quedándose cada vez más angustiada. A pesar del brillo dado por Dios, fue tornándose Solitaria.
El Sol a su vez, había ganado un título de nobleza "Astro Rey", pero eso tampoco le hizo feliz.
Dios, viendo esto, les llamó y les explicó.: - No debéis estar tristes, ambos ahora poseéis un brillo propio. Tú, Luna, iluminarás las noches frías y calientes, encantarás a los enamorados y serás frecuentemente protagonista de hermosas poesías. En cuanto a ti, Sol, sustentarás ese título porque serás el más importante de los astros, iluminarás la tierra durante el día, proporcionaras calor al ser humano y tu simple presencia hará a las personas más felices.
La Luna se entristeció mucho más con su terrible destino y lloró amargamente... y el Sol, al verla sufrir tanto, decidió que no podría dejar abatirse más, ya que tendría que darle fuerzas y ayudarle a aceptar lo que Dios había decidido.
Aún así, su preocupación era tan grande que resolvió hacer un pedido especial a Él: - Señor, ayuda a la Luna por favor, es más frágil que yo, no soportará la soledad.
Y Dios...en su inmensa bondad...creo entonces las estrellas para hacer compañía a la Luna.
La Luna siempre que está muy triste recurre a las estrellas, que hacen de todo para consolarla, pero casi nunca lo consiguen.
Hoy, ambos viven así...separados, el Sol finge que es feliz, y la Luna no consigue disimular su tristeza.
El Sol arde de pasión por la Luna y ella vive en las tinieblas de su añoranza. Dicen que la orden de Dios era que la Luna debería de ser siempre llena y luminosa, pero no lo consiguió...porque es mujer, y una mujer tiene fases.
Cuando es feliz, consigue ser Llena, pero cuando es infeliz es menguante y cuando es menguante ni siquiera es posible apreciar su brillo.
Luna y Sol siguen su destino. El, solitario pero fuerte; ella, acompañada de estrellas, pero débil.
Los hombres intentan, constantemente, conquistarla, como si eso fuese posible. Algunos han ido incluso hasta ella, pero han vuelto siempre solos. Nadie jamás consiguió traerla hasta la tierra, nadie, realmente, consiguió conquistarla, por más que lo intentaron.
Sucede que Dios decidió que ningún amor en este mundo fuese del todo imposible, ni siquiera el de la Luna y el del Sol...Fue entonces que Él creó el eclipse.
Hoy Sol y Luna viven esperando ese instante, esos raros momentos que les fueran concedidos y que tanto cueste, sucedan.
Cuando mires al cielo, a partir de ahora, y veas que el Sol cubre la Luna, es porque se acuesta sobre ella y comienzan a amarse. Es a ese acto de amor al que se le dio el nombre de eclipse.
Es importante recordar que el brillo de su éxtasis es tan grande que se aconseja no mirar al cielo en ese momento, tus ojos pueden cegarse al ver tanto amor.
Tú ya sabías que en la tierra existían Sol y Luna... y también que existe el eclipse...pero esta es la parte de la historia que tu no conocías.
Quedó decidido también que el Sol iluminaría el día y que la Luna iluminaría la noche, siendo así, estarían obligados a vivir separados.
Les invadió una gran tristeza y cuando se dieron cuenta de que nunca más se encontrarían, la luna fue quedándose cada vez más angustiada. A pesar del brillo dado por Dios, fue tornándose Solitaria.
El Sol a su vez, había ganado un título de nobleza "Astro Rey", pero eso tampoco le hizo feliz.
Dios, viendo esto, les llamó y les explicó.: - No debéis estar tristes, ambos ahora poseéis un brillo propio. Tú, Luna, iluminarás las noches frías y calientes, encantarás a los enamorados y serás frecuentemente protagonista de hermosas poesías. En cuanto a ti, Sol, sustentarás ese título porque serás el más importante de los astros, iluminarás la tierra durante el día, proporcionaras calor al ser humano y tu simple presencia hará a las personas más felices.
La Luna se entristeció mucho más con su terrible destino y lloró amargamente... y el Sol, al verla sufrir tanto, decidió que no podría dejar abatirse más, ya que tendría que darle fuerzas y ayudarle a aceptar lo que Dios había decidido.
Aún así, su preocupación era tan grande que resolvió hacer un pedido especial a Él: - Señor, ayuda a la Luna por favor, es más frágil que yo, no soportará la soledad.
Y Dios...en su inmensa bondad...creo entonces las estrellas para hacer compañía a la Luna.
La Luna siempre que está muy triste recurre a las estrellas, que hacen de todo para consolarla, pero casi nunca lo consiguen.
Hoy, ambos viven así...separados, el Sol finge que es feliz, y la Luna no consigue disimular su tristeza.
El Sol arde de pasión por la Luna y ella vive en las tinieblas de su añoranza. Dicen que la orden de Dios era que la Luna debería de ser siempre llena y luminosa, pero no lo consiguió...porque es mujer, y una mujer tiene fases.
Cuando es feliz, consigue ser Llena, pero cuando es infeliz es menguante y cuando es menguante ni siquiera es posible apreciar su brillo.
Luna y Sol siguen su destino. El, solitario pero fuerte; ella, acompañada de estrellas, pero débil.
Los hombres intentan, constantemente, conquistarla, como si eso fuese posible. Algunos han ido incluso hasta ella, pero han vuelto siempre solos. Nadie jamás consiguió traerla hasta la tierra, nadie, realmente, consiguió conquistarla, por más que lo intentaron.
Sucede que Dios decidió que ningún amor en este mundo fuese del todo imposible, ni siquiera el de la Luna y el del Sol...Fue entonces que Él creó el eclipse.
Hoy Sol y Luna viven esperando ese instante, esos raros momentos que les fueran concedidos y que tanto cueste, sucedan.
Cuando mires al cielo, a partir de ahora, y veas que el Sol cubre la Luna, es porque se acuesta sobre ella y comienzan a amarse. Es a ese acto de amor al que se le dio el nombre de eclipse.
Es importante recordar que el brillo de su éxtasis es tan grande que se aconseja no mirar al cielo en ese momento, tus ojos pueden cegarse al ver tanto amor.
Tú ya sabías que en la tierra existían Sol y Luna... y también que existe el eclipse...pero esta es la parte de la historia que tu no conocías.
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